Y si la vida no es una broma, entonces ¿porque coño reímos?

martes, 6 de septiembre de 2011

Por alguna razón el cuchillo no llegó a ser más fuerte que yo.

Las lágrimas se apoderaron de mi en esa noche tan ''normal'' y tan ''tranquila'' .
Era como si mi vida se rompiera en mil pedazos, como lanzar una piedra a un espejo y ver tu cara dividida, yo estaba dividida, confusa, no sabía si seguir viviendo, o morir.
No sabía... todo era confusión y dolor, pero era demasiado cobarde como para rajarme de un solo corte las venas y olvidar todo el dolor de mi vida, si es que a esto se le puede llamar vida.
Todo, y todos sentía que estaban en mi contra, me sentía sola, reían, sonreían, bailaban, bebían, y yo lloraba, yo quería morir en un instante, tener una muerte rápida, y sin dolor; pero no, soy demasiado cobarde.
¿Sonreír?, no servía de nada, se me veía falsa, sin ganas, fuera de la tierra, los ojos empañados, y viendo borroso de las lágrimas que se acumulaban en ellos, sin querer que salieran.
Pero no, no morí, no acabe con todo, por alguna razón el cuchillo no llegó a ser más fuerte que yo.
A si que, allí estaba yo, tumbada en la cama, a oscuras, con toda la ropa de ese día de ''fiesta'', sin querer hacer nada, solo cerrar los ojos y olvidarlo todo; eso hice, y no dejé que la vida me tumbara, y ganara esta batalla.
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