Es increíble como los recuerdos que ya están muertos, te hagan vivir intensamente el día a día.. Como consiguen que nada tenga sentido después de eso, que estando muertos alimenten tu alma y te hagan tanto llorar, que consiguen hacerte quedar impotente porque todo gira entorno a esos bonitos recuerdos, y tu no puedas hacer nada para borrarlos o simplemente no recordarlos, olvidarlos.
Los recuerdos que verdaderamente importan no se van, ni se olvidan, simplemente se aprende a vivir con ellos en el presente, y solo si consigues que se escape una lágrimita por tus ojos, desplanzandose por tus mejillas, y finalmente cayendo por tus labios, es cuando realmente son recuerdos que han quedado en el alma...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario